1. Precalentar el horno

• Precalienta el horno a 200°C (400°F) para que esté a la temperatura adecuada al momento de colocar el pollo.

2. Preparar el pollo

• Retira cualquier resto de vísceras del interior del pollo y enjuágalo bien con agua fría. Sécalo completamente con toallas de papel, lo que ayudará a que la piel quede crujiente al hornearse.

3. Sazonar el pollo

• Frota el pollo con aceite de oliva, asegurándote de cubrir toda la superficie para que la piel se dore bien durante la cocción.
• Sazona generosamente con sal y pimienta, tanto por dentro como por fuera. Esto es clave para obtener un sabor equilibrado en todo el pollo.

4. Rellenar el pollo

• Coloca los dientes de ajo picados, las rodajas de limón, las ramitas de romero y tomillo dentro de la cavidad del pollo. Este relleno aromático impregnará la carne durante la cocción, dándole un sabor profundo y delicioso.

5. Atar el pollo

• Ata las patas del pollo con hilo de cocina y asegura las alas debajo del cuerpo con el mismo hilo. Esto ayuda a mantener una forma compacta y uniforme, lo que facilita una cocción pareja.

6. Colocar en la bandeja para hornear

• Coloca el pollo en una bandeja para hornear con la pechuga hacia arriba. Si lo prefieres, puedes agregar una taza de caldo de pollo en la bandeja. Este líquido ayudará a mantener la humedad del pollo durante la cocción y servirá como base para una rica salsa que puedes utilizar para acompañar el plato.

7. Hornear el pollo

• Introduce la bandeja en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 1 hora y 15 minutos, o hasta que la piel esté dorada y crujiente.
• Para saber si el pollo está listo, puedes pinchar la parte más gruesa del muslo; el jugo que salga debe ser claro, no rosado.

8. Verificar la temperatura interna

• Usa un termómetro de cocina para asegurarte de que el pollo esté completamente cocido. La temperatura interna debe alcanzar los 75°C (165°F) en la parte más gruesa del muslo.

9. Dejar reposar

• Una vez que el pollo esté listo, retíralo del horno y déjalo reposar durante 15 minutos antes de cortarlo. Este paso es esencial para que los jugos se redistribuyan dentro de la carne, lo que resultará en un pollo más jugoso y sabroso.

10. Servir

• Corta el pollo en porciones o desmenúzalo según tu preferencia y sírvelo con tus acompañamientos favoritos. La salsa que se ha formado en la bandeja con el caldo y los jugos del pollo puede ser servida como acompañamiento.