Ingredients
Scale
- 4 pechugas de pollo
- 1 taza de crema de leche
- ½ taza de caldo de pollo
- 1 cebolla mediana, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- ½ taza de queso parmesano rallado
- Perejil fresco picado para decorar
Instructions
- Preparar el Pollo:
Comienza sazonando las pechugas de pollo con sal y pimienta al gusto. Si prefieres una cocción más rápida, puedes cortar las pechugas en filetes más delgados. Esto también ayudará a que la carne absorba mejor la salsa. - Dorar el Pollo:
En una sartén grande, derrite las dos cucharadas de mantequilla junto con una cucharada de aceite de oliva a fuego medio. El aceite ayudará a que la mantequilla no se queme. Añade las pechugas de pollo y cocínalas durante unos 5-7 minutos por cada lado, hasta que estén doradas por fuera y bien cocidas por dentro. Una vez listas, retíralas de la sartén y resérvalas. - Preparar la Salsa:
En la misma sartén donde cocinaste el pollo, añade la cebolla picada y el ajo. Sofríelos a fuego medio durante unos 3 minutos o hasta que estén tiernos y dorados. Esto le dará un sabor profundo a la salsa. - Incorporar los Líquidos:
Una vez que la cebolla y el ajo estén bien sofritos, agrega el caldo de pollo. Esto permitirá desglasar la sartén, es decir, levantar los trozos dorados que quedaron del pollo, lo cual aportará más sabor a la salsa. Después, añade la taza de crema de leche y reduce el fuego a bajo. Cocina revolviendo constantemente. - Agregar el Queso:
Cuando la salsa empiece a espesarse, incorpora el queso parmesano rallado poco a poco, mientras sigues removiendo. El queso debe derretirse completamente para que la salsa quede suave y cremosa. - Regresar el Pollo:
Vuelve a colocar las pechugas de pollo en la sartén, sumergiéndolas en la salsa. Deja que el pollo se caliente nuevamente y que absorba los sabores de la salsa durante unos minutos más. - Ajustar el Sabor:
Prueba la salsa y ajusta la cantidad de sal y pimienta si es necesario. Si te gusta una salsa más espesa, puedes dejarla cocer un poco más, pero si prefieres una textura más ligera, puedes añadir un poco más de caldo. - Servir:
Una vez que el pollo esté bien cubierto de la salsa y haya absorbido todos los sabores, retíralo del fuego. Espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima antes de servir para darle un toque de frescura y color.