1. Preparar el Caramelo:

• Comienza calentando los 120 ml de agua.
• En un cazo, añade los 200 g de azúcar junto con el zumo de limón y 2 cucharadas de agua.
• Cocina a fuego medio, removiendo ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva y adquiera un color rubio dorado. Ten cuidado de no quemar el caramelo, ya que puede volverse amargo.
• Una vez que el azúcar tenga el color adecuado, retira del fuego y añade lentamente el agua caliente, una cucharada a la vez, mientras mezclas cuidadosamente para evitar que el vapor te queme.
• Sigue removiendo unos segundos más y luego aparta del fuego.

2. Verter el Caramelo:

• Vierte el caramelo de inmediato en el fondo de un molde, asegurándote de cubrir bien la base y las paredes del molde.
• Deja que se enfríe y endurezca mientras preparas la mezcla del pudin.

3. Preparar el Pudin:

• En un bol grande, bate la mantequilla con los 225 g de azúcar y el extracto de vainilla hasta que obtengas una mezcla ligera y cremosa.
• Añade los huevos, uno por uno, batiendo bien después de cada adición para que se incorporen perfectamente.
• A continuación, agrega la leche y mezcla bien hasta que la masa quede homogénea.

4. Hornear:

• Vierte la mezcla del pudin en el molde, sobre el caramelo endurecido.
• Coloca el molde en una fuente grande con agua caliente para cocinar al baño maría. Esto ayudará a que el pudin se cocine de manera uniforme y tenga una textura suave.
• Hornea en un horno precalentado a 180°C durante aproximadamente 1 hora, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.

5. Enfriar y Servir:

• Una vez que el pudin esté listo, retíralo del horno con mucho cuidado.
• Deja que se temple durante unos minutos antes de intentar desmoldarlo.
• Para desmoldar, pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegar el pudin y dale la vuelta con cuidado sobre un plato.
• Cuando esté completamente frío, estará listo para disfrutar.