Paso 1: Desalar el bacalao
Si compraste el bacalao en salazón, es crucial desalarlo antes de la preparación. Para ello, sumérgelo en agua fría durante al menos 24 a 48 horas, cambiando el agua cada 8 horas. Este proceso eliminará el exceso de sal y permitirá que el bacalao recupere su textura firme y jugosa. Si el bacalao ya viene desalado, puedes saltarte este paso.

Paso 2: Rehidratar los pimientos choriceros
El pimiento choricero es un ingrediente clave en esta receta, y para utilizarlo adecuadamente, primero hay que rehidratarlo. Puedes hacerlo de dos maneras:

• Método tradicional de 24 horas: Deja los pimientos en remojo en agua fría durante al menos 24 horas. Pasado este tiempo, ábrelos, quita el rabo y las semillas, y raspa con una cuchara para extraer la carne.
• Método rápido: Si no los rehidrataste previamente, retira el rabo y las semillas de los pimientos y escáldalos en agua hirviendo durante 10 segundos, repitiendo el proceso tres veces. Alternativamente, puedes hervirlos durante un minuto, desechar el agua y repetir la operación tres veces. Una vez rehidratados, raspa la carne y resérvala.

Paso 3: Sofreír las cebollas y los ajos
En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Añade las cebollas rojas o moradas y los ajos finamente picados, y cocina a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que las cebollas estén bien pochadas y tiernas. Este paso es crucial para lograr la base de la salsa vizcaína.

Paso 4: Incorporar la carne de los pimientos choriceros
Agrega la carne de los pimientos choriceros a la sartén con las cebollas y el ajo sofritos. Mezcla bien para que los sabores se integren. Si la mezcla parece muy espesa, puedes añadir un poco de agua para ajustar la consistencia de la salsa.

Paso 5: Cocinar el bacalao
Coloca los lomos de bacalao desalado en la sartén, asegurándote de que queden bien cubiertos por la salsa vizcaína. Cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, añadiendo un poco de agua si es necesario para evitar que la salsa se seque. Vigila el punto de cocción del bacalao, que debe quedar jugoso pero cocido. Ajusta la sal al gusto antes de servir.