Paso 1: Preparar la mezcla de queso
En un cazo grande, coloca la nata, el queso cremoso, el azúcar y la leche.
Calienta a fuego medio, removiendo constantemente con una espátula o una varilla hasta que la mezcla sea homogénea. Es importante no dejar de remover para evitar que el queso o la nata se peguen al fondo del cazo y se quemen.

Paso 2: Añadir la cuajada
Una vez que la mezcla esté bien integrada, añade los dos sobres de cuajada en polvo. Es recomendable tamizar la cuajada mientras la añades para evitar la formación de grumos.
Sigue removiendo hasta que la mezcla comience a hervir. En ese momento, reduce un poco el fuego y mantén la mezcla en ebullición suave durante 2-3 minutos, sin dejar de remover.

Paso 3: Preparar el molde
Retira la mezcla del fuego y deja enfriar un par de minutos para que pierda un poco de calor.
Mientras tanto, vierte el caramelo líquido en el fondo de un molde (preferentemente uno desmontable o de silicona para facilitar el desmoldado). Asegúrate de que el caramelo se distribuya de manera uniforme por todo el fondo del molde.

Paso 4: Montar el pastel
Vierte la mezcla de queso y nata sobre el caramelo en el molde. Hazlo lentamente para que el caramelo no se mueva ni se mezcle con la crema.
Si deseas agregar una base de galletas, coloca las galletas maría sobre la mezcla, presionando ligeramente para que queden bien adheridas. Esto no es obligatorio, pero las galletas le darán una textura diferente y un contraste crujiente a cada bocado.

Paso 5: Enfriar y refrigerar
Deja que el pastel repose a temperatura ambiente durante unos 10-15 minutos. Luego, colócalo en la nevera y deja que se enfríe por lo menos 4 horas, o hasta que esté completamente firme. Lo ideal es prepararlo con antelación para que repose toda la noche en el refrigerador.

Paso 6: Desmoldar y servir
Una vez que el pastel esté firme, desmóldalo con cuidado. Si utilizaste un molde desmontable o de silicona, este paso será más sencillo.
Para desmoldar correctamente, voltea el molde sobre un plato grande o una bandeja. El caramelo debe quedar en la parte superior, formando una capa brillante y apetecible.
Sirve frío y disfruta de este delicioso pastel de queso al caramelo.