El panqué de mantequilla es un clásico en la repostería casera, caracterizado por su textura suave, esponjosa y su delicado sabor a mantequilla. Es perfecto para disfrutar con una taza de café, té o incluso como postre acompañado de frutas frescas o cremas. Esta receta es sencilla, con ingredientes comunes que probablemente ya tengas en casa, y el resultado es un panqué que encanta a todos por su suavidad y rico sabor.
A continuación, te proporcionamos una guía completa para preparar este delicioso panqué de mantequilla desde cero, con consejos, variantes, beneficios y más.
Introducción
El panqué de mantequilla es una receta versátil y muy fácil de personalizar. Puedes disfrutarlo en su versión básica o añadirle toques personales como frutas secas, nueces o ralladura de cítricos. Este pastel de textura ligera y sabor delicado es ideal para cualquier ocasión, desde un desayuno sencillo hasta una celebración especial.
Historia y Origen
El panqué, conocido también como “pound cake” en inglés, tiene sus orígenes en Europa, específicamente en Inglaterra, durante el siglo XVIII. Su nombre proviene de la receta original, que utilizaba una libra de cada uno de sus ingredientes principales: mantequilla, harina, azúcar y huevos. Este método garantizaba un pastel balanceado y de textura suave.
Con el tiempo, esta receta clásica fue evolucionando. En la actualidad, se han introducido ingredientes como el polvo de hornear y la leche para hacer el panqué aún más ligero y esponjoso, como en esta versión moderna que compartimos contigo.
Ingredientes
Para preparar este delicioso panqué de mantequilla, necesitarás:
- 1 pizca de sal
- 200 g de azúcar
- 250 g de harina de trigo
- 200 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 4 huevos (a temperatura ambiente)
- 1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- 100 ml de leche (a temperatura ambiente)
Instrucciones Paso a Paso
1. Preparar el Horno y el Molde
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Engrasa un molde rectangular de aproximadamente 22 x 12 cm y enharínalo ligeramente para evitar que el panqué se pegue. Como alternativa, puedes cubrir el fondo del molde con papel de hornear para facilitar el desmolde.
2. Batir la Mantequilla y el Azúcar
- En un bol grande, coloca la mantequilla a temperatura ambiente.
- Con una batidora eléctrica, bate la mantequilla hasta que esté suave y cremosa.
- Añade el azúcar poco a poco mientras sigues batiendo a velocidad media-alta. Continúa batiendo durante 3 a 4 minutos, hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa.
3. Añadir los Huevos Uno a Uno
- Incorpora los huevos, agregándolos uno por uno.
- Bate bien después de cada adición para asegurar que se integren completamente.
- No te preocupes si la mezcla parece cortarse, ya que esto se corregirá al añadir la harina en el siguiente paso.
4. Incorporar la Harina y el Polvo de Hornear
- Tamiza la harina junto con el polvo de hornear y la pizca de sal en un recipiente aparte.
- Añade la mitad de esta mezcla de ingredientes secos a la mezcla de mantequilla y huevos.
- Bate a velocidad baja para evitar sobremezclar y conservar la esponjosidad del panqué.
5. Añadir la Leche y la Vainilla
- Agrega la leche y, si lo deseas, la esencia de vainilla.
- Bate solo hasta integrar los ingredientes líquidos en la mezcla.
6. Incorporar el Resto de la Harina
- Añade el resto de la mezcla de harina y bate a baja velocidad.
- Mezcla solo hasta que la masa esté homogénea y sin grumos. Evita sobrebatir para mantener la textura suave del panqué.
7. Hornear
- Vierte la masa en el molde previamente preparado.
- Alisa la superficie con una espátula para que quede uniforme.
- Hornea durante 45-55 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
8. Dejar Enfriar y Desmoldar
- Retira el panqué del horno y déjalo reposar en el molde durante 10 minutos.
- Desmolda con cuidado y transfiérelo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de servir.
Sugerencias para Servir
El panqué de mantequilla es delicioso por sí solo, pero también puedes acompañarlo con:
- Mermeladas de frutas como fresa, durazno o naranja.
- Crema batida o nata montada.
- Frutas frescas como fresas, arándanos o kiwi.
- Un vaso de leche o una taza de café o té caliente.
Variaciones de la Receta
Si deseas experimentar con esta receta clásica, prueba estas variaciones:
- Panqué de Limón: Añade ralladura de limón y una cucharada de jugo de limón a la mezcla.
- Panqué de Chocolate: Incorpora 2 cucharadas de cacao en polvo a los ingredientes secos y chips de chocolate a la masa.
- Panqué con Frutos Secos: Mezcla nueces, almendras o pasas en la masa antes de hornear.
- Panqué Marmoleado: Divide la masa en dos partes y mezcla cacao en polvo en una de ellas. Alterna capas de masa blanca y de chocolate en el molde y mezcla ligeramente con un palillo para crear un efecto marmoleado.
Beneficios del Panqué Casero
Preparar panqué en casa no solo garantiza un sabor auténtico, sino que también te permite controlar los ingredientes, evitando conservantes o sabores artificiales. Algunos beneficios incluyen:
- Contiene menos aditivos que los productos comerciales.
- Permite utilizar ingredientes frescos y de calidad.
- Puedes adaptar la receta a tus necesidades dietéticas, como usar harina integral o sustituir el azúcar por edulcorantes naturales.
Preguntas Frecuentes
1. ¿Puedo usar harina integral en lugar de harina de trigo refinada?
Sí, pero ten en cuenta que el panqué será más denso. Usa una combinación de harina integral y harina blanca para obtener mejores resultados.
2. ¿Cómo almacenar el panqué?
Envuelve el panqué en plástico o guárdalo en un recipiente hermético. Se mantiene fresco a temperatura ambiente por 2-3 días y en el refrigerador por hasta una semana.
3. ¿Puedo congelar el panqué?
Sí, puedes congelarlo envuelto en plástico y luego en papel aluminio. Descongélalo a temperatura ambiente antes de consumirlo.
4. ¿Qué puedo usar si no tengo polvo de hornear?
Puedes sustituir el polvo de hornear por bicarbonato de sodio mezclado con un poco de jugo de limón o vinagre.
Conclusión
El panqué de mantequilla es un clásico que nunca pasa de moda. Su preparación sencilla y su delicioso sabor lo convierten en una receta imprescindible para cualquier amante de la repostería. Ya sea para acompañar un momento de relajación o compartir con tus seres queridos, este panqué será siempre una excelente elección.