Salsa de Tomate en Conserva Casera

Introducción

La salsa de tomate en conserva es una preparación básica y versátil que no solo permite disfrutar del delicioso sabor de los tomates maduros durante todo el año, sino que también es una excelente alternativa a las salsas comerciales, que a menudo contienen conservantes y aditivos. Esta receta te enseñará a hacer una salsa casera con ingredientes naturales y a conservarla de manera segura para que puedas disfrutarla en múltiples platillos.

Resumen de la Receta

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocción: 1 hora
  • Tiempo total: 1 hora 15 minutos
  • Raciones: Aproximadamente 4 frascos de 500 ml cada uno

Ingredientes

  • 2 kg de tomates maduros
  • 1 cebolla grande, picada
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 zanahoria rallada (opcional, para reducir la acidez)
  • 1 cucharada de azúcar (opcional, para ajustar la acidez)
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de pimienta negra molida
  • 1 cucharadita de orégano seco (opcional)
  • 1 cucharadita de albahaca seca o fresca picada
  • 1 cucharada de vinagre de manzana o jugo de limón (para conservar mejor la salsa)

Historia y Origen de la Salsa de Tomate

La salsa de tomate es un ingrediente fundamental en muchas cocinas del mundo. Su origen se remonta a América, donde el tomate era cultivado por civilizaciones como los aztecas y los mayas. Con la llegada de los colonizadores españoles, el tomate fue llevado a Europa y comenzó a utilizarse en la gastronomía mediterránea.

En Italia, la salsa de tomate se convirtió en un pilar de la cocina, usándose en platos como la pasta y la pizza. Con el tiempo, la técnica de conservación en frascos se popularizó, permitiendo que las familias pudieran almacenar esta salsa para usarla durante todo el año.

Instrucciones Paso a Paso

1. Preparar los tomates

  1. Lavar bien los tomates y hacerles un corte en cruz en la base.
  2. Hervir agua en una olla grande y sumergir los tomates durante 30-60 segundos hasta que la piel comience a despegarse.
  3. Retirarlos del agua caliente y colocarlos en un recipiente con agua fría para detener la cocción.
  4. Pelar los tomates y, si se desea una salsa más suave, retirar las semillas.
  5. Triturar los tomates o picarlos en trozos pequeños según la textura deseada.

2. Sofreír los ingredientes

  1. En una olla grande, calentar el aceite de oliva a fuego medio.
  2. Agregar la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente.
  3. Añadir el ajo picado y cocinar por un minuto más hasta que desprenda su aroma.

3. Cocinar la salsa

  1. Incorporar los tomates triturados a la olla.
  2. Añadir la zanahoria rallada (si se usa), el azúcar, la hoja de laurel, la sal, la pimienta, el orégano y la albahaca.
  3. Mezclar bien y llevar a ebullición.

4. Reducir la salsa

  1. Bajar el fuego y cocinar a fuego lento durante 45-60 minutos.
  2. Remover ocasionalmente para evitar que la salsa se pegue al fondo de la olla.
  3. Cocinar hasta que la salsa espese y los sabores se concentren.

5. Ajustar el sabor

  1. Retirar la hoja de laurel.
  2. Probar la salsa y, si es necesario, ajustar la sal, la pimienta o la acidez con vinagre de manzana o jugo de limón.

6. Envasar y conservar

  1. Esterilizar frascos de vidrio hirviéndolos en agua durante 10 minutos.
  2. Verter la salsa caliente en los frascos dejando 1 cm de espacio en la parte superior.
  3. Cerrar bien los frascos y procesarlos en baño maría durante 20-30 minutos para garantizar una conservación segura.

7. Enfriar y almacenar

  1. Dejar que los frascos se enfríen a temperatura ambiente.
  2. Guardarlos en un lugar fresco y oscuro.
  3. Una vez abiertos, conservar en el refrigerador y consumir en una semana.

Sugerencias de Uso y Acompañamiento

La salsa de tomate en conserva es muy versátil y puede utilizarse en una gran variedad de recetas:

  • Pasta: Úsala como base para salsas con carne, vegetales o mariscos.
  • Pizza: Perfecta para una pizza casera con queso y tus ingredientes favoritos.
  • Guisos y sopas: Agrega sabor a platos de carne, pollo o legumbres.
  • Tostadas y bocadillos: Ideal para untar en pan con queso o verduras asadas.

Variaciones de la Receta

  • Salsa con pimiento: Agregar pimiento rojo asado para un sabor más profundo.
  • Salsa picante: Incorporar chile en polvo o ají picado para un toque picante.
  • Salsa con hierbas frescas: Añadir tomillo, romero o perejil para darle un toque más aromático.
  • Salsa más espesa: Cocinar por más tiempo hasta reducir la cantidad de líquido.

Beneficios para la Salud

La salsa de tomate casera no solo es deliciosa, sino también saludable:

  • Rica en licopeno: Un antioxidante natural que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Baja en calorías: Ideal para una alimentación equilibrada.
  • Fuente de vitaminas: Contiene vitamina C, A y K, esenciales para el sistema inmunológico.
  • Sin conservantes ni aditivos: Al ser casera, no contiene ingredientes artificiales.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Cuánto tiempo dura la salsa en conserva?

Si se almacena correctamente en frascos esterilizados y en un lugar fresco y oscuro, puede durar hasta 6-12 meses.

¿Puedo hacer esta salsa sin azúcar?

Sí, el azúcar es opcional y solo se usa para equilibrar la acidez. Puedes omitirlo o sustituirlo con zanahoria rallada.

¿Puedo usar otros tipos de tomates?

Sí, puedes usar cualquier variedad de tomate, pero los tomates maduros y carnosos dan mejor resultado.

¿Cómo saber si una conserva está en mal estado?

Si el frasco tiene tapa abombada, moho visible o un olor desagradable, no debe consumirse.

Conclusión

Hacer salsa de tomate en conserva en casa es una excelente manera de disfrutar de una salsa natural, sin aditivos y llena de sabor. Con ingredientes simples y un proceso fácil, puedes almacenar esta deliciosa salsa y utilizarla en tus platos favoritos durante todo el año. ¡Anímate a prepararla y personalizarla según tus gustos!

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