Introducción
Si estás buscando un pastel fácil, esponjoso y con un toque húmedo irresistible, el pastel de nube de yogur es tu receta ideal. Este bizcocho suave como una nube no solo conquista por su textura, sino también por su sabor delicado y la sencillez de su preparación. Sin necesidad de ingredientes complicados ni utensilios especiales, esta receta es perfecta tanto para principiantes como para expertos reposteros que deseen volver a lo básico con un resultado excepcional.
Ideal para el desayuno, la merienda o como base de tartas decoradas, el pastel de yogur es un clásico que nunca pasa de moda. Y lo mejor: se prepara utilizando como medida el propio vasito de yogur, facilitando la elaboración sin necesidad de báscula.
En esta guía completa, te llevaremos paso a paso por la receta del pastel de nube de yogur, explorando su historia, posibles variaciones, sugerencias de acompañamiento y beneficios para la salud. Prepárate para dominar esta receta estrella de la repostería casera.
Visión General de la Receta
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Tiempo de preparación: 10 minutos
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Tiempo de cocción: 30–35 minutos
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Tiempo total: 45 minutos
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Raciones: 8–10 porciones
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Dificultad: Fácil
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Tipo de receta: Postre / Bizcocho / Repostería casera
Historia y Origen del Pastel de Yogur
El pastel de yogur es una de las recetas más universales y adaptadas a lo largo del tiempo. Tiene raíces en la cocina mediterránea y francesa, donde la repostería casera tradicional se caracterizaba por el uso de ingredientes básicos que todo hogar tenía a mano: huevos, harina, azúcar y aceite. La incorporación del yogur surgió como una forma de añadir humedad y esponjosidad sin necesidad de lácteos más grasos o técnicas complicadas.
Una de las características más encantadoras del pastel de yogur es el uso del vasito de yogur como medida estándar, lo que democratizó la repostería y la hizo accesible para todos, incluso para quienes no contaban con una báscula en casa. Con los años, esta receta ha viajado por todo el mundo, adaptándose a los sabores locales e integrando ingredientes como limón, vainilla, frutas, cacao o glaseados.
En España, este pastel se ha convertido en una receta imprescindible en hogares y escuelas, sirviendo como la introducción perfecta para quienes dan sus primeros pasos en la cocina.
Ingredientes
Para un molde redondo de 20–22 cm:
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3 huevos grandes
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1 yogur natural (125 g)
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2 medidas del vasito de yogur de azúcar blanco
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3 medidas del vasito de yogur de harina de trigo (aproximadamente 225 g)
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1 medida del vasito de yogur de aceite de girasol
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1 sobre de levadura química (polvo de hornear, 16 g)
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Ralladura de 1 limón o unas gotas de esencia de vainilla (opcional)
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1 pizca de sal
Instrucciones Paso a Paso
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Preparación del horno y del molde:
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Precalienta el horno a 180 ºC, con calor arriba y abajo.
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Engrasa un molde redondo de unos 20 a 22 cm de diámetro con un poco de mantequilla y espolvorea ligeramente con harina. También puedes forrar el fondo con papel vegetal para facilitar el desmolde.
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Batido de huevos y azúcar:
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En un bol grande, añade los 3 huevos y las 2 medidas de azúcar.
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Bate con una batidora eléctrica o manual durante 4–5 minutos, hasta que la mezcla esté espumosa, pálida y haya duplicado su volumen. Esto garantiza que el bizcocho quede muy esponjoso.
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Incorporación de líquidos:
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Añade el yogur natural al bol y mezcla suavemente hasta integrar.
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Incorpora la medida de aceite de girasol y continúa mezclando con movimientos envolventes.
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En este momento, si lo deseas, puedes añadir la ralladura de un limón o unas gotas de esencia de vainilla para dar un toque aromático.
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Incorporación de ingredientes secos:
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Tamiza la harina junto con la levadura química y la pizca de sal en otro bol.
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Agrega los ingredientes secos poco a poco a la mezcla líquida, usando una espátula o cuchara de madera. Mezcla con movimientos suaves y envolventes, sin batir en exceso, para no perder el aire incorporado anteriormente.
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Vertido y horneado:
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Vierte la mezcla en el molde preparado. Da unos golpecitos suaves sobre la encimera para eliminar posibles burbujas de aire grandes.
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Introduce el molde en el horno y hornea durante 30 a 35 minutos. Para comprobar que está listo, pincha con un palillo en el centro: debe salir limpio pero con ligeras migas húmedas. No hornees más de lo necesario para conservar su textura húmeda.
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Enfriado y opcional almíbar:
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Una vez horneado, saca el bizcocho y deja enfriar dentro del molde durante 10 minutos.
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Desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.
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Si deseas un resultado más húmedo y brillante, puedes preparar un almíbar suave con azúcar y zumo de limón y pincelarlo sobre el pastel aún tibio.
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Sugerencias de Presentación y Acompañamiento
Este pastel es extremadamente versátil. Aquí algunas ideas para presentarlo:
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Espolvoreado con azúcar glas: Una opción sencilla pero elegante.
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Con frutas frescas: Acompáñalo con fresas, arándanos, frambuesas o rodajas de kiwi.
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Con crema batida o yogur griego: Añade un toque cremoso sin recargar el pastel.
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Como base para tartas: Puedes usarlo como base para tartas rellenas de crema pastelera, mermeladas o cobertura de chocolate.
Para acompañarlo, opta por bebidas como:
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Té de frutos rojos o manzanilla.
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Café suave.
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Batidos naturales de frutas.
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Leche vegetal con canela.
Variaciones del Pastel de Nube de Yogur
Una de las mayores virtudes de esta receta es su adaptabilidad. Aquí te damos algunas variantes interesantes:
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Con frutas en la masa: Añade trocitos de manzana, plátano o pera en la mezcla.
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Versión de chocolate: Sustituye 1 medida de harina por 1 medida de cacao puro en polvo sin azúcar.
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Pastel marmolado: Divide la mezcla en dos partes y añade cacao a una de ellas, luego vierte ambas en el molde alternando capas.
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Versión sin gluten: Utiliza harina sin gluten en lugar de harina de trigo.
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Versión con yogur griego: Aporta aún más cremosidad y sabor.
Beneficios para la Salud
Aunque se trata de un bizcocho, esta receta tiene varias ventajas nutricionales frente a otros pasteles más pesados:
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Menor contenido graso: Al usar aceite de girasol y no mantequilla, se obtiene una grasa más saludable.
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Aporte de proteínas: Gracias al yogur y los huevos.
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Buena fuente de calcio: El yogur es rico en calcio, necesario para huesos y dientes.
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Digestivo: El yogur natural aporta probióticos beneficiosos para la flora intestinal.
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Versión moderada en azúcar: Puede ajustarse fácilmente la cantidad de azúcar o usar alternativas como panela o stevia.
Notas Importantes
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No sobrebatir una vez que agregas la harina, para evitar que el pastel quede duro.
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Usa ingredientes a temperatura ambiente, especialmente los huevos, para facilitar la emulsión.
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No abras el horno antes de los 25 minutos, ya que puede hundirse el centro.
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Se conserva bien durante 3–4 días en un recipiente hermético a temperatura ambiente.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo usar yogur de sabores?
Sí, pero alterará el sabor final del pastel. El yogur natural permite un perfil más neutro y adaptable.
¿Puedo usar aceite de oliva en lugar de girasol?
Puedes hacerlo, pero debe ser un aceite de sabor suave para no dominar el pastel.
¿Cómo puedo saber si ya está cocido sin resecarlo?
El palillo debe salir limpio, pero con algunas migas húmedas. No esperes que esté totalmente seco.
¿Se puede congelar?
Sí, una vez frío, envuélvelo en papel film y guárdalo en el congelador hasta por 2 meses.
¿Puedo convertir esta receta en magdalenas o cupcakes?
Por supuesto. Rellena moldes para magdalenas hasta 2/3 y hornea por 18–20 minutos.
Conclusión
El pastel de nube de yogur es mucho más que una receta básica: es un ejemplo de cómo lo simple puede ser excepcional. Con su textura increíblemente esponjosa, su sabor delicado y su preparación sin complicaciones, este bizcocho se convierte en un imprescindible del recetario casero. Ideal para compartir en familia, para una merienda especial o como base creativa para postres más elaborados, esta receta nunca decepciona.
Ahora que conoces todos sus secretos, no dudes en hacerlo tuyo, experimentar con sabores, presentaciones y adaptarlo a tu gusto. Porque cocinar, al fin y al cabo, también es crear recuerdos.